Hablemos de ESG: ¿por qué es tan importante?
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Por Marien Aubert D.
Afortunadamente, el mundo es cada vez más consciente de la importancia de la responsabilidad social empresarial. Esto está llevando a las organizaciones a buscar nuevas formas de generar un impacto positivo tanto en sus resultados financieros, como en la sociedad y el medio ambiente.
Día con día, las siglas ESG están siendo más reconocidas, pero, ¿qué significan realmente y por qué deberían importarnos? ESG, que significa Environmental, Social and Governance (Ambiental, Social y Gobernanza). Es una brújula que nos brinda una guía para direccionar a las empresas hacia un futuro más sostenible, responsable y exitoso para todos los stakeholders.
No es una moda pasajera, ni una cuestión de «ser buenos», sino de entender que el ESG se ha convertido en un pilar fundamental para evaluar el desempeño y la sostenibilidad de las empresas a largo plazo. Cada día tomará más relevancia por su impacto 360° a lo largo de toda la cadena de valor.
Además, es importante reconocer que el ESG es una guía, una metodología, que nos brinda directrices para accionar, lo que no significa que sea infalible o que las empresas que implementan estrategias alineadas a este marco son perfectas en estos tres aspectos. Debemos aceptar que el camino es de largo aliento, que todo es perfectible, y que la mejora continua debe ser parte de nuestra cotidianidad. Para mí, el ESG nos ayuda a evaluarnos y saber dónde estamos, pero también nos moviliza para entender a dónde queremos llegar y nos brinda pasos claros para alcanzar esa meta.
Las empresas queremos y debemos crecer. La pregunta es: ¿cómo queremos crecer?
Los últimos años nos reafirman algo que ya sabemos: el cambio es constante y la adaptación ante este es inminente. Las empresas tenemos que reformularnos desde y hacia el interior, desarrollar nuevas estrategias que se adaptan a los tiempos actuales y puedan mirar hacia el futuro:
- Necesitamos diseñar e implementar proyectos con impacto social real, medible, significativo y escalable, proyectos que nos ayuden a abordar las problemáticas sociales y ambientales de las que también somos parte del problema.
- Implementar horarios flexibles y opciones de trabajo remoto para mejorar la satisfacción de los empleados, aumentar la productividad y reducir la huella ambiental derivada de los traslados diarios a las oficinas.
- Fomentar ambientes diversos para impulsar la innovación, la creatividad y la inclusión.
- Analizar nuestras cadenas de suministro para buscar proveedores que cumplan con estándares éticos y sostenibles.
- Impulsar programas serios y robustos de voluntariado corporativo.
- Rediseñar los sistemas de cuidados desde un enfoque integral. Los sistemas de cuidados están surgiendo como un componente crucial de las políticas ESG. Es urgente diseñar esquemas de trabajo flexibles para que las personas que cuidan y crían a las infancias puedan combinar ambos roles. También se deben instaurar nuevas políticas para quienes tienen a su cargo a una persona dependiente, una situación que va en aumento y que generará grandes problemas si no se entiende y atiende desde ahora.
Algunas directrices para implementar efectivamente los criterios ESG e impulsar la mejora continua al interior de la empresa son:
- Tomar el pulso social. Escuchar a las personas que colaboran con nosotras, conocer y reconocer sus principales retos, preocupaciones e intereses.
- Diseño de programas personalizados. Desarrollar iniciativas que se adapten a la cultura y las necesidades específicas de la organización.
- Formación. Formar al equipo para que conozcan los criterios de ESG y se asuman como corresponsables de su implementación.
- Medición y seguimiento. Establecer KPIs claros para evaluar el impacto de las iniciativas ESG.
- Comunicación transparente. Mantener una comunicación abierta sobre los objetivos y logros en materia de ESG.
El impacto ESG desde el interior de las empresas
La implementación de políticas ESG además de beneficiar a los empleados, tiene un impacto positivo en el desempeño general de la empresa. Algunos beneficios son:
- Mayor productividad y compromiso de los empleados.
- Mejora en la reputación corporativa.
- Atracción y retención de talento.
- Reducción de riesgos operativos.
- Mejor desempeño financiero a largo plazo.
El ESG no es perfecto, pero es un camino que nos hace avanzar. Nos ayuda a ser mejores y a tener una mejor rentabilidad, pero también a construir un mundo mejor. Como dijo Eduardo Galeano, la utopía está en el horizonte: camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar. El ESG nos proporciona una hoja de ruta hacia un futuro más justo y sostenible y, aunque la perfección puede estar siempre fuera de su alcance, con cada paso nos acercamos a un mundo mejor.